Friday, July 28, 2006

El Temblor

Yo que creía que estas cuatro paredes contendrían mis aterros de depresión y soledad, ahora me doy cuenta de que no son suficientes. Se desgarran haciendo contínuos pero pequeños sonidos, logrando perturbar a mi oído minutos después. Mas no se detienen, y ya hace un par de meses que siento como mi alma se empolva con el concreto granulado que estas paredes dejan caer. ¿Y para qué limpiarla, si el incesante tremor la convertirá de nuevo en una poza de nostalgia y melancolía tan sólo segundos después?

Me tiemblan los pies, trato de refugiarme bajo las viejas sábanas blancas que encontré en una caja bajo el colchón. Siento que se me humedece la mirada, pero al final resulta ser un mero deseo, una mera ilusión que yo mismo congenio en los indescriptibles laberintos y redes de neuronas que guardo bajo mi cabello. Ya desearía yo poder llorar como un niño, a ver si acaso de esa manera logro desahogar la asquerosa y desgastante pena que ya por tanto tiempo me ha consumido.

Lo único que pido es que se detenga este interminable vaiven de la tierra bajo la planta de mis pies, porque cuando este desastre haya cesado, podré comenzar a reconstruir aquello que una vez fue.

1 comment:

Zauberlehrling said...

Curioso... Estamos parecido en situación, pero ambos lo escribimos muy diferente...